Decoración

Cada detalle cuenta en un interior. Aquí creo piezas que aportan un toque íntimo y singular:

  • Cuenco para depositar una joya o un recuerdo,
  • Portavelas que dejan bailar la luz,
  • Flores de cerámica que nunca se marchitan,
  • Ángeles y animales cargados de ternura y simbolismo,
  • Pequeñas esculturas nacidas de la tierra y de la imaginación.

Todas estas creaciones están hechas a mano en mi taller, en loza, gres o porcelana. Cada pieza es única: ninguna puede reproducirse de forma idéntica. Me gusta jugar con las mezclas de tierras, las texturas y los esmaltes para que cada objeto desprenda su propio carácter.

Estas decoraciones no son simples accesorios: se convierten en compañeros del día a día, fragmentos de poesía para colocar sobre una mesa, una estantería o cerca de una vela. También son regalos preciosos, portadores de historia y significado.